El consumo de la calefacción depende de muchos factores, los cuales determinarán el precio final de la factura eléctrica. El factor que más influye es el precio del KWh generado (Kilovatio), pero también se deben tener en cuenta otros como el espacio de la estancia, el aislamiento de la vivienda e incluso su ubicación.
Hoy en Mancliar queremos darte una serie de datos comparativos acerca de los sistemas de calefacción más empleados en los hogares, para que puedas decidir tú mismo cuál se adapta mejor a tus necesidades y circunstancias.
La bomba de calor, un sistema más respetuoso con el medio ambiente
La bomba de calor es un sistema de climatización que tiene cada vez más simpatizantes gracias a su carácter ecológico y bajo consumo eléctrico. Su funcionamiento es muy sencillo. Únicamente absorbe el calor del aire exterior para transportarlo a la estancia interior.
Podemos encontrar cuatro modelos distintos de bomba de calor:
- Calor aire-aire: el calor obtenido del aire se transfiere directamente al aire de la estancia que se tiene que calentar.
- Calor aire-agua: el calor se transfiere a un circuito de agua que abastecerá radiadores u otros aparatos.
- Agua-agua: el calor se obtiene de un circuito de agua para transferirlo a otro circuito de agua.
- Bombas de calor geométricas: obtiene la energía del terreno a través de un fluido que absorbe el calor del suelo y lo transmite al circuito de la bomba.
La bomba de calor transporta la energía en forma de calor de un ambiente a otro. El proceso se genera a través del cambio de estado de gas a líquido de un fluido refrigerante por medio de la temperatura ambiente y un compresor.
Calefacción eléctrica
Si optas por un sistema de calefacción eléctrica, es recomendable tener una tarifa eléctrica que se ajuste a tu horario. La más empleada es una que el uso se ajuste a las tardes y las noches, ya que es mucho más barato.
En este tipo de sistemas podemos encontrar placas. Estos dispositivos son similares a los radiadores, y son uno de los métodos más comunes en la calefacción eléctrica, aunque su instalación se recomienda para hogares pequeños que no tengan techos muy altos o para aquellas personas que no pasen mucho tiempo en su hogar.
En la calefacción eléctrica es el acumulador del calor el aparato que se emplea para retener el calor y administrarlo por el resto de la estancia.
La estufa de pellets, combustible obtenido a partir de madera
Como acabamos de mencionar, este tipo de calefacción emplea pellets. El pellet es combustible que se obtiene a partir de madera y desechos de montes, como hojas, que se trituran y compactan para usarlos en estos sistemas.
El combustible empleado, como podemos comprobar, se obtiene de la naturaleza y son económicos y ecológicos. Además, estas estufas están muy extendidas dentro de la sociedad.
Aunque, se debe tener en cuenta que las estufas de pellets requieren cierto mantenimiento de limpieza y carga.
Calefacción por gasoil y gas natural, las más tradicionales
El gas natural, aunque pueda parecer mentira, es más económico que la calefacción eléctrica. Aunque no todo el mundo puede disponer de calefacción de gas natural, ya que no en todas las zonas llega la cobertura de infraestructuras que lo transporta.
Este tipo de gas produce una energía silenciosa, y alcanza todas las estancias del hogar sin dejar prácticamente residuos que contaminen.
Por otro lado, la calefacción por gasoil es la más extendida en nuestro país. Aunque se necesita tener un depósito para ésta, es uno de los sistemas de generación de calor más intensos, ya que no tiene problema para calentar todas y cada una de las habitaciones de nuestros hogares.
En Mancliar contamos con diversos tipos de sistemas de calefacción. Si estás pensando renovar tu caldera o instalar una nueva, no dudes en contactar con nosotros. Nuestros expertos te aconsejarán y ayudarán para que obtengas los mejores resultados.
