Las altas temperaturas pueden afectar, sobre todo, a las personas más mayores. Nuestro cuerpo no responde de la misma forma a las altas temperaturas cuando se tiene una edad avanzada. El aire acondicionado puede ser un gran aliado pero se deben tomar precauciones para que no se vuelva en contra de los más vulnerables.
El sistema que consigue adaptar la temperatura del organismo al clima externo tarda más en ajustarse que en las personas jóvenes, por lo que son más propensas a sufrir deshidratación y golpes de calor.
El uso del aire acondicionado es recomendable para evitar estos problemas, pero siempre siguiendo unas instrucciones para que no repercuta en la salud de manera negativa.
Precauciones en el uso del aire acondicionado
Sigue estas instrucciones y consejos para evitar que el uso del aire acondicionado provoque un efecto negativo en el organismo de las personas mayores.
Instala aire acondicionado en toda la casa para evitar cambios bruscos de temperatura
Como hemos mencionado antes, el cuerpo de las personas más mayores tarde más en habituarse a la temperatura exterior y cuanto más extrema sea, más complicado le resultará hacerlo. Para evitar que sientan cambios bruscos de temperatura en el interior de la vivienda, es aconsejable instalar aire acondicionado en cada una de las habitaciones.
De esta manera conseguimos una temperatura uniforme en todo el edificio, evitando que el organismo tenga que trabajar de forma constante o tenga más posibilidades de fallo por un golpe de calor o deshidratación.
Para evitar que las habitaciones se encuentren a distintas temperaturas, la mejor instalación de aire acondicionado es la instalación por conductos. Aunque requiere obra, el aire llegará a todas las partes por igual.
Controla la temperatura
Cuando la temperatura es alta en el exterior, solemos programar la temperatura del aire acondicionado a 19 o 29 grados, pero lo cierto es que no es recomendable ponerlo a esta temperatura.
Establecer temperaturas que supongan una diferencia mayor de 10 grados respecto al exterior puede causar problemas de salud, especialmente en las personas mayores.
Para evitar estas situaciones, es recomendable que la temperatura esté entre los 21 y 25 grados y de manera uniforme en todas las estancias.
Se debe tener en cuenta que las personas mayores suelen tener mayor sensación de frío y una temperatura muy baja puede provocar que tengan problemas de salud y estén incómodos.
Presta atención a la humedad y el flujo de aire
Casi todas las instalaciones permiten ajustar la humedad de las habitaciones para que esté en sintonía con la temperatura. Como sabemos, las personas mayores suelen tender a padecer problemas respiratorios, y no se deben agravar por el uso de estos dispositivos.
Escoge un sistema que permita humidificar el aire y evitar que se produzca sequedad. Así, si lo controlas de manera correcta, evitarás también que el ambiente tenga una humedad excesiva.
Es importante vigilar donde se colocan los aparatos para que el flujo de aire no incida directamente en las personas. El flujo directo de aire puede afectar a la salud y crear problemas de adaptación a las temperaturas.
Recuerda que el aire acondicionado es un aparato que puede ayudar a las personas mayores a pasar el verano de manera segura y confortable, pero si se emplea con precaución. No dudes en contactar con nosotros si necesitas más información al respecto.
